Considero que mi forma de trabajo es ecléctica, es decir que presto atención y trabajo con herramientas en varias líneas terapéuticas. Pero siempre intento que la terapia sea un espacio dinámico, motivar el movimiento, para dar pasos que me alejen de quien NO quiero ser, para acercarme a quien SI quiero ser.

 

En el año 2020 comencé a trabajar de manera online, por videollamada. Es una herramienta clara y efectiva, nos permite establecer comunicaciones más allá de la distancia física. Si el espacio es acorde, las sesiones son igualmente efectivas como una sesión presencial.

Desde mi opinión, una terapia es buena si nos ayuda a ver algo que no veíamos antes, pero no como un truco de magia donde sorpresivamente aparece algo, sino como un trabajo de construcción consciente.

 

Aumentar el nivel de consciencia para reconocer mi lugar y mi protagonismo en cada una de las situaciones que elijo vivir y/o que me toca vivir.